El ser un hombre pragmático, estadista de alto nivel y sobre todo relacionado con el próximo Presidente de los Estados Unidos, Luis Videgaray Caso se ha convertido en la “tabla de salvación” para México.
Luego de su abrupta salida de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por haber alentado al Presidente Enrique Peña Nieto para “traer como VIP” al controvertido candidato republicano, ahora Presidente Electo de los Estados Unidos, Donald Trump ahora parece ser el más idóneo para llevar la agenda de relaciones exteriores del país.
El premio de consolación que le ha valido volver al gabinete federal, convierte a Videgaray en el hombre que pudiera ser la esperanza por mantener la agenda bilateral en materia de seguridad, migración, comercio e inversión y evitar desde el primer día, que los acuerdos y aún el TLC pueda venirse abajo ante el rechazo del nuevo jerarca norteamericano.
La principal encomienda del Presidente Peña Nieto, es lograr desde el primer momento de la nueva administración estadounidense los acercamientos necesarios para fortalecer los vínculos bilaterales. De igual forma, la instrucción es precisa, dichos acuerdos con quien desdeña todo lo que huela a México, es mantener la responsabilidad global, la identidad y los vínculos con América Latina una labor titánica que pesa ahora en los hombres de Videgaray Caso.