La recientemente aprobada reforma energética detonará una transformación para el país y beneficiará directamente a todos los mexicanos, pues habrá mayores recursos para atender sus principales demandas, destacó el diputado federal del PRI por Nuevo León, Héctor García García.
El legislador federal felicitó a sus compañeros que votaron a favor y dejaron a un lado los mitos que se generaron en torno al proyecto de reforma y en su lugar aprovecharon la oportunidad para hacer historia a favor de México.
“Hoy es un día muy importante en la historia de México, pues hoy decidimos apostarle a nuestro país, decidimos creer en México, en nosotros mismos. Dijimos basta a quienes con discursos demagogos nos dicen que no podemos, que aún no estamos listos. Pero la verdad es otra: México está listo para transformarse y ser esa potencia mundial que sólo añoramos.
“La reforma energética desencadenará las acciones que necesitamos para seguir fortaleciendo nuestro sistema educativo, nuestro mercado laboral y nuestra economía. Es el detonante que necesitamos para poder competir globalmente.
“Todos sabemos que el petróleo es nuestro principal activo y es nuestra obligación hacer lo conducente para que ese activo se multiplique en beneficio de todos. Eso fue lo que hicimos con esta reforma, fortalecimos a Pemex, que se transformará en una empresa productiva que multiplicará sus ganancias en favor de todos los mexicanos”, resaltó García García.
Luego de una maratónica sesión de 20 horas, la Cámara de Diputados avaló la reforma energética que aprobó el Senado y turnó el documento a las legislaturas estatales, donde requiere el apoyo de al menos la mayoría más uno para que el Ejecutivo federal la promulgue y entre en vigor.
Con 354 votos a favor, 134 en contra y cero abstenciones, la reforma fue aprobada en lo general por mayoría calificada, mientras que en lo particular se aprobó con 353 votos a favor, 134 en contra y cero abstenciones, también con mayoría calificada.
El documento modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y cuenta con 21 transitorios, para permitir que las empresas privadas participen en el sector energético, mediante contratos de servicios, de utilidad compartida, producción compartida o de licencia, entre otras modalidades.
Además, plantea que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), organismos descentralizados, se conviertan en empresas productivas del Estado, a más tardar en un plazo de dos años, una vez publicada la reforma.
La ley reglamentaria establecerá las normas relativas a la administración, organización, funcionamiento, procedimientos de contratación y demás actos jurídicos que celebren las empresas productivas del Estado respecto a las actividades estratégicas, en materia de electricidad, petróleo y demás hidrocarburos.