La administración de Monterrey, como un homenaje póstumo reconoció la gran labor realizada, por la maestra Lucila Flores Garza quien desde 1929 hasta el 2008 dedicó su vida a la enseñanza de piano.
La Plaza de la Luz, ubicada en el centro de Monterrey fue el escenario perfecto para que se colocara la placa, dado que este fue uno de los lugares donde más convivió la profesora Flores Garza.
Autoridades del Municipio de Monterrey, encabezadas por el Presidente del DIF, Roberto Garza González, así como exalumnos y familiares fueron los encargados de develar la placa.
Federico y Porfirio, hijos de Flores Garza, recordaron anécdotas de las clases de piano de las que también ellos formaron parte.
La Profesora Lucila Flores Garza contribuyó durante casi 70 años a la cultura del Estado a través de la enseñanza de piano. El 12 de Julio de 1933, dio su recital final en la escuela “Fernández de Lizardi”, desde entonces ella dio clases particulares de piano, y en 1932 formó parte de la Sociedad Artística.