Política y Gente

Por Pedro García
Todo en política está subordinado a las circunstancias, y en tratándose del futurismo electoral los protagonistas pueden moverse por su cuenta y riesgo.
Así, la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes –a querer o no- se posiciona, entre los panistas, como un factible aspirante a la candidatura para gobernador, el 2015.
En esa intencionalidad, marca su plan de navegación y para que no quede duda de sus propósitos ha usado el acto solemne de su primer informe de gobierno para mandar un mensaje nada cifrado toda vez que en el Teatro de la Ciudad estaban casi todos los destinatarios, propios y ajenos: «Si llegamos hasta aquí, podemos llegar a cualquier parte, les recuerdo si se pudo una vez, juntos se va a poder de nuevo”.
Y reafirmó: «Sí podemos hacer de Monterrey la casa de todos, sí podemos hacer de Nuevo León un orgullo para todos». «Monterrey es la máquina que jala a todo un Estado y el Estado que jala a todo un País», dijo la alcaldesa al terminar su discurso por su primer informe.
Apenas concluido el informe, el presidente del PRI, Eduardo Bailey reaccionó con una observación específica al criticar el “tono electoral del informe” (El Norte).
Para información del señor Bailey, hay un sector del priismo que simpatiza con la alcaldesa del PAN –y con ese partido mismo- a la que ha estado promoviendo y placeando en una estrategia soterrada, pero ya advertida, con el fin de tomar posiciones de poder en alianza con los azules, como ya ha ocurrido en municipios metropolitanos.
La alcaldesa concedió, previo al Informe, entrevista a Reporte Índigo, diario que le brindó la portada en la cual destacó la cabeza “No me van a detener” en relación a lo que la jefa de la comuna consideró “ataques sistemáticos, orquestados para desacreditar la administración municipal”.
La cuestión es que, efectivamente, en su primer año de gobierno ha provocado polémicas casi diarias, por ejemplo en el Congreso local donde la alcaldesa ha sido materia frecuente de los debates entre legisladores: unos a favor (panistas) y otros en contra.
El factor más reciente de controversia es la sanción en metálico y la inhabilitación durante 15 años para ejercer un cargo público federal a Miguel Treviño, secretario de Administración, debido a un desempeño irregular que tuvo cuando participó con la ahora alcaldesa en la delegación de la Sedesol, con todo, el colaborador se mantiene en el municipio.
Hay otros hechos que han motivo críticas duras a Margarita Arellanes como la asignación supuestamente irregular del contrato para la recolección de basura, su presunto favoritismo a un sector de los casinos en detrimento de otros a los que clausuró con el consecuente desempleo de muchos trabajadores que le reprocharon la conducta con marchas y mítines en el Palacio Municipal.
Ella asegura que había negocios que carecían de los permisos específicos de dichos establecimientos, lo mismo que muchos bares y cantinas que siguen clausurados, aunque muchas familias padecen la situación por el desempleo de los empleados de esos giros.
En fin, la señora Arellanes no cede ni pide cuartel, y el viernes amanece en un ambiente de controversia aunque, como ella misma declaró a Índigo, no se va a detener.
Aparentemente, los vientos políticos le favorecen en el sentido de que ella sigue firme en su protagonismo en la alcaldía con un indiscutible futurismo objeto de críticas de sus opositores y en donde aún está por verse si Arellanes logra mantener el paso rumbo a la meta que ella se ha dibujado. Falta ver si le alcanza.

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