Productores pertenecientes al Sistema Producto Agave – Mezcal y Sotol, formalizaron un proyecto de apoyo productivo con la Secretaría de Agricultura, a través de la Dirección General de Desarrollo Tecnológico. Beneficiará en una primera etapa, a 33 Unidades Productivas de cuatro estados.
El presidente de este esquema de organización de productores de agave mezcalero, Alfredo Conde de la Cruz, firmante del convenio por parte de los productores, informó que en una primera etapa, se beneficiarán alrededor de 300 productores de esta variedad, de San Luis Potosí, Oaxaca, Tamaulipas y Durango.
El proyecto productivo comprende una inversión de 13 millones de pesos, de los cuales 10 millones corresponden al gobierno federal, y 3 millones más por parte de los productores.
Alfredo Conde reconoció el apoyo del titular de SAGARPA, José Calzada Rovirosa, y del dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Ismael Hernández Deras, por el impulso a inversiones conjuntas y a las unidades productivas, conforme a lo que establece la reforma de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, que favorece apoyos fiscales directamente a productores organizados.
El proyecto señalado, dijo Conde de la Cruz, se refiere a un cambio para aumentar la productividad; es decir, aumentar rendimientos por piña de maguey, de entre 12 y 10 kilos – piña, por cada litro de mezcal producido.
Contamos ahora con molinos potentes que favorecen que el trabajo sea menos pesado para productores y trabajadores. “Si mantenemos la forma tradicional, tardaríamos una semana en moler las piñas, mientras que, con la nueva tecnología, sólo necesitamos un día”. El trabajador realiza menos esfuerzo y aumenta notablemente la productividad.
Los estados que inician este gran proyecto, que puede alcanzar millones de hectáreas en 9 o 10 entidades, se inicia con productores de los cuatro estados señalados.
Estudios agronómicos indican que en México existen condiciones geográficas climáticas favorables para producir maguey o agave para mezcal y sotol en tierras marginales, donde otros cultivos ofrecen pocas posibilidades de desarrollo por baja productividad, señaló Conde de la Cruz. Añadió que en 2016 se realizaron exportaciones por más de 2 millones de litros de mezcal, y se obtuvo una producción de 3.8 millones de litros.
Se han identificado más de 6 millones de hectáreas que reúnen las condiciones económicas y productivas para el fomento de este cultivo en los estados de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas y Durango.
“Estas entidades son reconocidas por su ‘denominación de origen’ para efectos de consumo nacional y, sobre todo, para la exportación de un producto que ha demostrado su calidad, naturalidad, adaptación para su desarrollo en estas zonas, y con potencial de consumo en países europeos”, dijo Conde de la Cruz.
Añadió que los productores de maguey mezcalero “estamos pasando de plantaciones silvestres a plantaciones comerciales”, con beneficios colaterales en cuanto al fomento de la cubierta vegetal en zonas de alta erosión. También se podrá impulsar la ganadería de especies menores, cabras y borregos, para pastoreo entre hileras agaveras.
El tiempo que hay que esperar para el aprovechamiento del agave, es de entre 8 y 12 años. Esto se da en función de variedades. Por ejemplo en el estado de Durango, el agave se puede aprovechar entre ocho y 10 años. La variedad “espadín” dura 8 años para el corte.
El potencial de ingreso para los productores, de acuerdo con estudios académicos, indican que el kilogramo de piña de agave se cotiza en cuatro pesos. Si cada piña pesa 40 kilos y una hectárea soporta 3,500 plantas, llegamos a la conclusión de que es mucho más rentable el agave, comparado con la siembra de maíz y frijol, que sólo ofrece entre 200 y 300 kilos por hectárea.
Recordó que el mezcal de los estados señalados, ha llamado fuertemente la atención de consumidores europeos, debido a las condiciones productivas del agave, el cual mantiene una condición de silvestre y no requiere de aplicaciones de fertilizantes ni agroquímicos para el control y exterminio de plagas y enfermedades, porque no representan un problema. “Es un producto cien por ciento natural”, afirmó Conde.