Exigen aplicar recursos del FASP

Muchos no pueden entender cómo se gestó una riña entre aficionados al futbol, y cómo un muchacho se debate entre la vida y la muerte, tan sólo por portar una camiseta de un equipo rival. Sin embargo, para aquellos que conocen la realidad de la violencia urbana en nuestra Zona Metropolitana de Monterrey saben que las lesiones y muertes por riñas entre vecinos ocurren todos los días.
Los lamentables hechos ocurridos en la colonia Nueva Galicia, en Monterrey, no distan mucho de lo que pasa en otras colonias conflictivas como la Independencia, La Campana, San Bernabé, Valle de Santa Lucía, y La Alianza en Monterrey; las colonias Dos Ríos, Valle Soleado y Santa Cruz en Guadalupe; Los Fresnos, Mezquital, y Bosque Real en Apodaca; Casa Bella y Constituyentes de Querétaro en San Nicolás; Alianza Real, 18 de Octubre y Colinas del Topo en Escobedo; La Fama, Lomas de Santa Catarina y La Aurora en Santa Catarina; El Mirador, Hacienda Real y Bosques de la Silla, en Juárez; Fomerrey, Nogales y Las Bugambilias en García.
Estas colonias a diario suceden riñas entre vecinos agrupados, causando lesiones y muertes todos los días.
Esta violencia urbana entre jóvenes vecinos tiene un origen multifactorial, que parte de la violencia familiar y comunitaria que normaliza este tipo de conductas, y que se agrava por las pocas o nulas oportunidades de educación e ingreso, de un espacio de convivencia y esparcimiento, para hacer deporte, y de vivir sanamente y a plenitud en la mejor de sus capacidades.
En el caso del Fondo de Seguridad para Municipios, el Fondo está formalizado por la Ley de Coordinación Hacendaria para el Estado de Nuevo León, pero carece de reglas de operación para etiquetar el uso de los cursos y comunicar su utilización. En 2017 el FSM tuvo un fondeo de 600 millones de pesos y para 2018 son casi 800 millones de pesos, de los cuales no existe información pública del avance de la aplicación y los rubros empleados.

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