Eterno problema: El Transporte en NL

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Por Pedro García

La Agencia del Transporte en la que nadie de los que han dirigido esa dependencia, incluido Víctor Martínez, ha modernizado ni racionalizado nada, debería desaparecer y crearse otro ente de planificación y ejecución de un sistema de movilización sobre bases científicas toda vez que el primer cuadro de Monterrey padece la saturación camionera y el derivado de ello: la contaminación ambiental.
Diario, vemos aglomeraciones en las avenidas Juárez y Padre Mier no obstante su amplitud. La racionalización que en un tiempo redujo el número de unidades por Juárez resultó indiferente para los transportistas que volvieron a saturar dicha avenida.
Además, la contaminación ambiental se agudiza por las concentraciones de camiones en calles con circulación de sólo un carril, como Guerrero o Emilio Carranza y Escobedo. Las unidades circulan a bajísima velocidad, lo cual es factor de contaminación.
En Juan Ignacio Ramón y Juárez, varias rutas han tomado el cruce como “terminal” donde se estacionan, constriñendo el tráfico vehicular a un carril, sin que ningún “inspector” de la Agencia se atreva a infraccionar a las empresas camioneras.
Otro sector donde las unidades circulan a vuelta de llanta es Ruperto Martínez de Juárez hacia el poniente, en las inmediaciones del mesón Estrella. Ahí el problema es viejísimo y nadie le pone solución. Probablemente una salida sea sacar a los camiones de esas calles. O reubicar el mesón. Ahí sí, nomás los expertos.
Nosotros creemos que ya va siendo necesario un sistema de transporte racionalizado en el centro de Monterrey con la circulación de un menor número de camiones, que sean unidades modernas, con alta tecnología de combustión, ecológicas y con recorridos ágiles para evitar las aglomeraciones.
De vez en cuando, algunos funcionarios vinculados al desarrollo urbano pretenden lo más simple como es imponer medidas coercitivas (recaudatorias) a los automovilistas para tratar de disminuir la contaminación, cuando lo que se requiere son programas ecológicos con la operación de sistemas eficaces de movilización social.
Ojalá que cuando entre en servicio la línea tres del metro, se haga un rediseño de la circulación camionera en donde la movilización de personas sea más eficiente y que siga siendo negocio para los permisionarios y concesionarios del servicio. A futuro, podríamos ver un primer cuadro de Monterrey con menos contaminación con una línea cuatro de metro, en la zona del poniente, con rutas alimentadoras por los cuatro puntos cardinales.
Aunque, ¡claro!, esto sólo lo pueden estudiar y decidir los profesionales y científicos de la transportación colectiva.
Ya contamos con unidades más confortables, muchas climatizadas, algunas hasta con wifi para conectarse a internet; falta un rediseño para agilizar sus recorridos y disminuir la contaminación del centro regiomontano, y que se haga lo mismo con otras zonas donde se estime que hay el mismo problema.

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