Para quienes aún ven al comercio informal como un enemigo para los gobiernos municipales y para la sociedad, vale reseñarles que la Organización Internacional del Trabajo reporta un desempleo mundial de 202 MILLONES de personas. En tanto, informes de otras organizaciones señalan que metrópolis, caso de Monterrey, registran el mayor número de pobres, igual sucede como el Valle de México y Guadalajara.
La razón es sencilla, son polos de atracción toda vez que son urbes o conglomerados donde se radican las nuevas inversiones o las expansiones de las empresas con su principal resultado: oportunidades de trabajo, lo cual no existe en muchas ciudades de México.
Entonces, oleadas de compatriotas migran a Monterrey en busca de un trabajo, como meta principal; de no ser posible esto, las personas se aventuran al comercio informal, a vender en las calles y plazas públicas.
Desde los años setenta del siglo pasado, estalló el comercio informal derivado de la crisis causada a su vez por la devaluación del peso, motivado por la mala administración y los pésimos programas financieros del gobierno federal en turno, crisis de fin de sexenio que se sucedieron hasta finales del siglo veinte, con la macrodevaluación de diciembre de 1994.
En otras palabras, hubiese sido mejor que Ernesto Zedillo hiciera un correctivo financiero para no afectar a los millones de familias que empobreció y no andar diciendo que Peña Nieto consiguió las reformas estructurales que él –Zedillo- no realizó ni en sus “sueños salvajes”. En fin.
Todo lo anterior viene a cuento porque en paralelo a los actos anticipados de campaña en que andan metidos tirios y troyanos, los puesteros del centro regiomontano padecen la persecución y la satanización. Olvida la autoridad de que todas las actividades informales son consecuencia de los programas económicos fallidos.
En torno a ello, la Organización Internacional del Trabajo diagnostica que la débil recuperación de la economía mundial ha fracasado en generar una mejora en los mercados laborales, con el desempleo alcanzando los 202 millones a nivel global en 2013, dice un nuevo informe de la OIT.
Y, según el informe Tendencias Mundiales del Empleo 2014, el crecimiento del empleo permanece débil, el desempleo sigue aumentando – sobre todo entre los jóvenes – y un gran número de potenciales trabajadores desalentados permanece fuera del mercado laboral.
Por lo tanto, el director de la OIT, Guy Ryder recomienda: “Lo que necesitamos con urgencia es un replanteamiento de las políticas. Debemos intensificar nuestros esfuerzos a fin de acelerar la generación de empleos y apoyar a las empresas que crean empleos”.
De no ser así, los grupos de personas que están refugiadas en la economía informal, caso de los puesteros fijos o semifijos de Monterrey, como los de la Clínica 33 que son objeto de persecución y satanización, van a seguir creciendo porque: “El informe destaca la necesidad apremiante de integrar a los jóvenes a la fuerza de trabajo. En la actualidad, unos 74,5 millones de hombres y mujeres menores de 24 años están desempleados, una tasa mundial de desempleo juvenil superior a 13 por ciento, más del doble de la tasa de desempleo general a nivel mundial.
En los países en desarrollo (como México), el empleo informal sigue estando muy extendido, y el ritmo de las mejoras en la calidad del empleo está disminuyendo. Esto significa que un número menor de trabajadores está saliendo de la pobreza. En 2013, el número de trabajadores en situación de extrema pobreza –viviendo con menos de 1,25 dólares al día– disminuyó sólo en 2,7 por ciento a nivel mundial, una de las tasas más bajas de la última década, a excepción de los años inmediatos a la crisis.
Entonces, un alcalde o una alcaldesa in – te – li – gen – te puede entender con facilidad el reporte de la Organización Internacional del Trabajo. Y en esto no valen las salidas que si tal o cual central ayudarían a resolver el problema. Es una cuestión relacionada con un problema profundo y arraigado, de orden económico.
No estoy diciendo que se abra paso a la anarquía, porque anarquía social ya hay, desde el momento en que la gente toma iniciativa de buscar el sustento SIN DELINQUIR, sino saliendo a la calle a ofrecer abasto: de tacos, comidas, frituras, dulces, chicles, tamales, lo cual, por cierto, no es fácil para quien se ha pasado una buena parte de su vida en un trabajo formal y que de pronto se ha quedado en el desempleo.
Ah, también debemos decir que en estos tiempos pre-pre-electorales vamos a ver a muchos políticos congraciándose con el pueblo, incluidos los puesteros para los que van a andar pregonando tesis económicas para resolverles su condición social.