Por Pedro García
«Vía Ciudadana» nace en oposición a todos los partidos, y sus integrantes imponen rasero a las todas las siglas como entidades corrompidas. Es decir, las ponen como instituciones sin posibilidad de cambio.
Según lo visto, la agrupación la integran personas de la clase media y alta, en donde destacan algunos ya fogueados en el servicio público, es decir, ya conocieron al monstruo, saben de las tentaciones que ofrece el Poder, de los anzuelos y las carnadas.
Formidable la propuesta de la «Vía Ciudadana», pero que implica un reto enorme, como es el de ir a contracorriente a lo establecido, y sustentado en el ámbito de las instituciones.
«Este es el momento para la participación ciudadana en Nuevo León. Tenemos el destino del Estado en nuestras manos», reza su eslogan. Y anticipan: «competiremos por cada puesto de elección popular de Nuevo León.»
El ideal es que jurídicamente pudiera perfeccionarse la figura de Candidato Independiente en Nuevo León para ver si es posible que figuren en las boletas miembros de la Vía Ciudadana.
Y lo real es que no obstante la novedad de los candidatos ciudadanos éstos pudieran ser ofertas convincentes a los ojos de los electores, con la fuerza para torcer la inercia del voto de la población abierta, acostumbrada a sufragar PRI o PAN, como ocurre en nuestra entidad donde otros partidos no han superado la cuesta como alternativas mínimas, aunque en la práctica legislativa, por ejemplo, se convierten en el fiel de los intereses.
La mayor bronca es que un representante popular independiente se aísle de las tentaciones que desde el poder se tienden para conseguir adhesiones a determinada acción política o de gobierno. Tendrían que ser ciudadanos de acero templado con toma de decisiones razonadas, al margen de intereses personales o de grupo, que tal ha sido la crítica central a los partidos políticos.
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Calambre a la ambición de Margarita de candidatearse a la gubernatura. Sabrá Dios.
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A propósito de movimientos telúricos, a querer o no, el PAN nacional y el de Nuevo León experimentan una calambrina bárbara. En el CEN, Ernesto Cordero se le ha subido a las barbas a Madero con tal de echarlo de la dirigencia. Acá en Nuevo León, -para más señas, San Pedro-, el panismo tradicional hace la desbandada.
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Suenen las alarmas. ¡Niños y mujeres primero!, porque la Auditoría Superior de la Federación va a investigar los casos de los «moches.» ¿En verdad, se irá a fondo?
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En declaraciones a medios de comunicación sobre el fraude de la empresa Oceanografía, Vicente Fox dijo que si existe algún delito relacionado con la empresa Oceanografía, el gobierno federal debe castigar a los culpables porque “en la familia estamos muy tranquilos, en la propia y la extendida”.
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Hablando de indagatorias penales, la cuestión es que por lo regular nunca pasa nada porque entre los políticos y entre los partidos todos tienen muertitos en el clóset. Siempre que alguien cae al bote es porque se porta mal, verdad maestra?