
Por Pedro García
“Los muertos que vos matáis…
Pues nada, que a veinte años de la entrada en firme del TLC el tecnócrata Jaime Serra Puche (secretario de Hacienda devaluador) resucita en los medios para dar cátedra del Tratado de Libre Comercio en una postura discursiva en sintonía con la etapa de reformas estructurales, especialmente la energética, es decir la petrolera.
Serra Puche, no debe olvidarse, determinó la devaluación en el naciente gobierno de Ernesto Zedillo que derivó en monstruosa crisis de bienestar social con pérdidas esenciales en las familias como casas-habitación (créditos hipotecarios) y otros bienes esenciales y el disparo de las deudas de toda índole. El “error de diciembre”. Es decir, el infierno.
Y todo resultó del conflicto entre Salinas y Zedillo donde ni aquél ni éste se atrevían a adjudicarse la devaluación que estaba encima del pueblo, porque de ellos no, de lo contrario Salinas no viajaría –como lo hace- en jet privado o Zedillo que se aisló de la crisis personal firmando contrato de trabajo con la rielera gringa Kansas City Southern y luego pasó a la ONU para dar recetas para combatir la pobreza(¡).
Como ninguno quería pasar –menos Salinas- como presidente devaluador, desde entonces se enemistaron, a menos que ya se hayan reconciliado ante un café en pomadoso hotel neoyorquino, o algo por el estilo. De hecho, el último presidente devaluador ha sido Zedillo y esto se lo ha restregado Salinas en un libro que el teórico de Agualeguas publicó para poner distancia del quebranto nacional que significó la depreciación del Peso, divisa que por cierto en estos días anda a la baja, tal como lo auguró Ernesto Zedillo recientemente.
Así que, situándonos en este momento, la devaluación del peso está pegando a los importadores y beneficia a los exportadores. Ahora que, lo de fondo es el impacto en dólares que registran las corporaciones mexicanas multinacionales que apenas se estaban recuperando del débito en sus balances.
Entonces, el corolario indica que los países subdesarrollados –de emergentes no tenemos nada- siempre están a merced de los golpes especulativos con la divisa verde o de los precios del petróleo del cual estamos apalancados México, Venezuela, etcétera y que cualquier día de estos sus precios pueden desplomarse y entonces sí, ¡agárrense, otra vez!
Como naciones subdesarrolladas no llevamos mano en ninguna de las variables en que se funda la especulación, por lo tanto padecemos con cada movimiento de los tiburones que de cuando en cuando nos permiten congeniar con el mundo desarrollado como rémoras.
Así nos han traído las potencias, nos elogian, nos placean en Davos, nos permiten decir las grandes palabras, nos ponen de ejemplo de época, nos encantan como a las serpientes para engullirnos, y creo que en esas andamos. Yo rezo porque las leyes secundarias no sean normas accesorias o laxas, sino que procuremos, a través de ellas, ganancias en rentabilidad petrolera y en ingresos tributarios.
GENTE
Los industriales van con todo contra ciertos impuestos por la vía del amparo. Dice el presidente de los manufactureros que estudian la factibilidad de ganar los juicios e irse a fondo.