Por Pedro García
Madero trata de evitar la debacle
Con la novedad de que el consejo nacional del PAN creó “un grupo de trabajo” para atender el tema de la transparencia de manera estructural, en lugar de una comisión investigadora de los “moches” a propuesta del nuevoleonés Fernando Canales.
Por separado, el líder de los diputados federales panistas Luis Alberto Villarreal señaló que el asunto de los “moches” exigidos por legisladores a alcaldes colegas de partido es resultado de una campaña orquestada por el periódico REFORMA, basada en hechos falsos y calumniosos. Ello, no obstante que hay declaraciones del alcalde de Celaya, Guanajuato.
El líder panista Gustavo Madero determina esconder la basura debajo de la alfombra y hacer el disimulo con los mentados moches a algunos diputados federales celestes.
Madero opta por cuidar la imagen pública de su partido, salvarlo de otra debacle, a pesar de las olas levantadas por un grupo de panistas que alegaban indagar la corrupción. En otras palabras, el dirigente prefirió aguantar el temporal, dejar que pasen los días…y a otra cosa.
Prolongar el caso de los “moches” apoyando la creación de una comisión investigadora alargaría el escándalo en los medios, y sería una agenda diaria de los reporteros que estarían demandando información sobre los avances de las indagatorias acerca de la corrupción entre alcaldes y diputados federales.
En otras palabras, el tema se profundizaría con impacto negativo directo en la imagen del PAN de cara a las elecciones federales y locales a celebrarse el año 2015.
En tanto, el presidente Enrique Peña Nieto único airoso, junto con su partido, en el parto de los montes que fueron las reformas estructurales, se apresta a viajar a Davos, Suiza, para participar en el programa de los oradores principales, dicen sus cofrades, y dar cuenta del resultado de su primer año de gobierno, en particular la reforma energética que trae babeando a los tiburones de la especulación del financiamiento y el petróleo.
A querer o no, el PRI-Gobierno de Peña Nieto ha conseguido sus propósitos –con el apoyo del PAN- de reformar la Constitución para permitir la participación de los capitalistas privados internacionales en la explotación del crudo, en donde –dicen los diputados y senadores del tricolor- el beneficiado ulterior será el pueblo.
Es indiscutible que el PRI-Gobierno ha conseguido un triunfo político al sacar adelante el plan de las reformas.
Y, para volver al inicio de esta columna, ese es el motivo por el cual una parte del PAN arremetió contra Gustavo Madero al que señalan de entreguista. Definitivamente, a un sector del PAN le dolió que Peña Nieto lograra lo que no pudieron Fox ni Calderón, cualquiera que haya sido la circunstancia.
En resumen, al panismo no le queda más alternativa que restañar sus heridas, disimular sus rencillas, esforzarse en pro de la unidad y tratar de rearmarse políticamente para dar la pelea electoral.
Por eso, los alcaldes metropolitanos celestes insisten en echar abajo el alza de las tarifas camioneras, y esquivar los golpazos a su imagen pública que le está mandando el PRI. Hay una guerra preelectoral y se vale de todo.